
Según los testigos presenciales, que suscribieron un acta con los hechos que hemos narrado, el acontecimiento ocurrió el l3 de octubre de 1701.Gracias al documento sus nombres no quedaron en el olvido; fueron ellos Nicolas Ortega, Diego Gutierrez y Francisco Cordova.
Interpretaron el hecho como un deseo de la Madre de Dios de permanecer en aquellos descampados. Con la ayuda de Calixto Muñoz le edificaron una sencilla capilla en las inmediaciones; y fue solo después de una plegaria suya que la imagen se dejo conducir suavemente a su nueva morada, ante el asombro de toda la concurrencia. La noticia corrió por valles y montañas. y desde entonces la Virgen de Yauca es venerada por sus hijos iqueños, que la hicieron su Patrona, y especialmente en el mes de octubre le tributan filial y cálida devoción.
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